Si quieres lucir una piel fresca, sana y luminosa este verano, aun estás a tiempo. Y es que gracias a sus propiedades naturales, conseguirás excelentes resultados mezclando la clara del huevo y la cáscara de la naranja.
La clara del huevo, por un lado, contiene una sustancia llamada luteína, que retiene la humedad natural de la piel mientras le brinda elasticidad. Además, le aporta vitaminas A, B y D, cuya acción disminuye los efectos de los radicales libres, disminuye el tamaño de los poros y reduce la presencia de puntos negros, acné y otras imperfecciones.
La cáscara de naranja, en tanto, está llena de vitaminas C y E; dos poderosos antioxidantes que erradican los radicales libres y el daño oxidativo. Asimismo, el ácido cítrico participa en la producción de colágeno y regula el pH natural controlando la producción de sebo.
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Preparación:
- Pon a secar una cáscara de naranja al sol y tritúrala con un molinillo hasta convertirla en polvo.
- Cuando esté lista, bate la clara de un huevo y mézclala con el polvillo de la cáscara. Asegúrate de que quede bien integrado.
- Procede a limpiar el rostro para quitar la suciedad superficial y todo rastro de maquillaje. Una vez limpio, extiende el producto por todas las áreas. Eso sí, haz este procedimiento de noche, pues tu piel quedará levemente sensible al sol.
- Deja actuar la mascarilla durante 15 minutos.
- Luego, humedece la piel con agua tibia y realiza movimientos circulares con las yemas de los dedos.
- A continuación, sumerge un paño en agua helada y aplícalo sobre el rostro. Presiona un poco y mantenlo en contacto con la piel durante un minuto. Repite ese paso tres veces y enjuaga.