El temido y odiado «efecto rebote» es un típico efecto de las dietas extremas y temporales y muchas veces afectan nuestro organismo de forma negativa.
Según publica el diario El Mundo, la Dietista – Nutricionista Marta Malet Casas asegura que «la dieta se debería vivir como un proceso de cambio progresivo, acorde con los hábitos y el ritmo de vida de la persona que los adopta para que puedan mantenerse en el tiempo». De lo contrario, añade, al retomar las costumbres anteriores, todo el esfuerzo no serviría para nada, y la báscula volvería de nuevo al principio, o incluso con algún kilo de más.
¿Cómo evitar el «efecto rebote»?
- Asesoramiento profesional . Además de ayudarte a perder peso, el dietista-nutricionista debe ser capaz de garantizar la autonomía del paciente para que este pueda mantenerse una vez acabado el programa. Y, además, la experta insiste en que es recomendable que trabaje también la motivación y gestión de las emociones.
- Elegir el momento adecuado. «Si no tienes tiempo, y no estás motivado para un cambio, es muy difícil que los buenos hábitos perduren», dice Malet casas . Por eso, es mejor no empezar un cambio de alimentación en épocas de estrés.
- Calidad frente a cantidad. Todas las comidas tienen que estar compuestas por verdura, cereales integrales y proteína vegetal o animal, de tal forma que sea más fácil equilibrarlas con el resto de las ingestas del día.
- Por partes. «Una opción sencilla para cambiar de hábitos de manera gradual es hacerlo por comidas, de tal forma que empiecen a prepararse cenas más saludables, y poco a poco se vayan sumando el desayuno, las meriendas y el almuerzo», añade la experta.
- Con caprichos incluidos. Darse un pequeño homenaje de vez en cuando puede ayudar a aliviar la ansiedad por la comida y a que la dieta sea mucho más llevadera, evitando así caer en la tentación de picar entre horas.
- Aprender recetas. «Yo siempre aconsejo buscar algún taller de cocina saludable para motivarnos a cocinar recetas sanas y deliciosas que nos saquen de la monotonía», dice Malet Casas.
- En movimiento. Practicar actividad física no solo mejora estéticamente los resultados sino que, además, aumenta el gasto energético del cuerpo permitiendo que la dieta sea más abundante.