Cuando dos personas están enamoradas sus cerebros liberan oxitocina, conocida como la hormona del amor.
La oxitocina es una hormona que, al igual que ocurre con el resto de las mismas, se secreta bajo una gran variedad de diferentes situaciones.
¿Por qué es la hormona del amor?
De acuerdo a diversos estudios, cuando nos encontramos en una fase de enamoramiento, aquella en la que tenemos sentimientos muy fuertes de deseo por estar con esa persona, nuestro cerebro presenta mayores niveles de oxitocina.
¿Por qué nos atrae esa persona? Pueden ser muchas y diversas causas (no hormonales ni biológicas) pero sabemos que el resultado: es que liberamos oxitocina, y eso también puede estar provocando que cada vez nos sintamos más atraídos.
Curiosidades
- Hay estudios que afirman que cuando un hombre presenta en el cerebro mayores niveles de oxitocina, ve a su pareja más atractiva físicamente, que aquellos que tienen niveles bajos.
- Además de estas funciones más relacionadas con las relaciones amorosas, la oxitocina tiene otras muchas y muy útiles funciones en nuestro cuerpo y nuestro comportamiento.
- El contacto físico con una persona, aumenta los niveles de oxitocina (aunque no sea un contacto con fines amorosos o sexuales).
- Un abrazo, una caricia o un beso nos hace sentir ese bienestar de la oxitocina, pero también con otras actividades diferentes: practicar la relajación, acariciar a una mascota, también hacen que liberemos oxitocina.
- La oxitocina resulta esencial para la estabilidad emocional de nuestro cerebro y al mismo tiempo, nos ayuda a combatir sensaciones o estados de ansiedad, estrés, fobias, temores, etc.
Cómo conquistar usando la oxitocina
Primero debemos aclarar que no es una fórmula química mágica, para «enganchar» a una persona por la que no sentimos atraídos. Pero sí podemos podemos aumentar los niveles de oxitocina en la otra persona y que empiece a sentir cosas por ti.
Si queremos provocar cierto «escalofrío» a esa persona, puede rozarla… fingiendo que ha sido sin querer, o iniciar ligeros acercamientos físicos (tocarle el brazo cuando hablamos con él o ella, por ejemplo). Así facilitaremos que su cerebro libere oxitocina.
Según estudios, la oxitocina en los humanos puede ser liberada con un simple abrazo, con una caricia o un beso y también con una mirada de un ser querido.