Es fundamental mantener el hígado sano, ya que se trata del órgano encargado de filtrar los alimentos, absorbiendo los nutrientes beneficiosos y descartando aquello que no nos sirve.
Por lo mismo, es muy importante cuidar la alimentación, poniendo especial atención en ciertos productos los cuales, de ser consumidos en exceso, podrían ocasionar enfermedades hepáticas como cirrosis y hepatitis.
- Carnes rojas: Consumirlas con mucha frecuencia puede provocar que a tu hígado le cueste procesar las proteínas. Además, la carne roja tiene niveles elevados de grasas, por lo que esa acumulación de ácidos grasos y triglicéridos puede llegar a ser perjudicial.
- Comida rápida: Este tipo de comida posee una gran cantidad de sodio y calorías. Por esta razón, su consumo genera acumulación de grasa, contribuyendo al daño hepático.
- Azúcar: El consumo excesivo de azúcar puede derivar en enfermedades hepáticas como la fibrosis. Ojo con los refrescos, los dulces, los postres y la bollería.
- Sal: Un alto consumo de sal aumenta la presión arterial y, por lo tanto, se incrementa el riesgo de padecer de hígado graso.
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- Alimentos grasos y fritos: Todos ellos contienen muchas calorías y aumentan los niveles de triglicéridos que dañan directamente al hígado.
- Bebidas alcohólicas: Al beber en exceso se interrumpen las funciones del hígado y se ocasiona un desequilibrio químico que destruye las células hepáticas.