Un reciente estudio realizado por la Universidad Carlos III, de Madrid, en conjunto con la Universidad de Oxford, Inglaterra, concluyó que no se pueden crear 150 amistades íntimas y que, de hecho, «si se tienen muchísimas relaciones, debe ser al coste de que casi todas sean superficiales».
Así lo explica Ignacio Tamarit, uno de los autores del estudio, basado en una teoría formulada por el profesor de Oxford Robin Dunbar.
Este científico categoriza cuatro tipos de relaciones: la de amistad «muy estrecha», compuesta por un grupo de 3 a 5 personas; las «buenas amistades», formadas por 10 personas; un grupo de 30 a 35 personas con las que tratamos «frecuentemente»; y un centenar de «conocidos».
La investigación ha partido de la hipótesis de que las relaciones conllevan distintos niveles de esfuerzo dependiendo de la intensidad emocional volcada.
Y concluye que «potencialmente, personas con una elevada capacidad cognitiva, podrían ampliar el círculo de amistades íntimas», según el catedrático y participante en el estudio, Anxo Sánchez.