Comienza a sentirse el frío y llegan las enfermedades típicas del invierno, por lo que para muchas personas ir a la urgencia de un recinto de salud supone la expectativa de ser atendido en forma oportuna. Pero esto no siempre sucede, debido al incremento sostenido de este tipo de consultas.
Es así como surge la necesidad de articular y proveer a los servicios de urgencia, con las herramientas necesarias para abordar las diversas emergencias que se viven en el día a día en este tipo de recintos.
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¿Cuándo ir a Urgencia?
Surge entonces la pregunta respecto a cuándo acudir a un servicio de urgencia. El Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo y jefe de operaciones de la empresa Help, explica que se debe asistir inmediatamente ante “descompensaciones de enfermedades crónicas, junto a dolores que pueden ser atípicos, es decir, sensaciones distintas a las habituales y de intensidad progresiva o constante”.
El médico explica que también se debe reaccionar ante un malestar poco habitual o de instauración brusca. Por ejemplo, dolor torácico intenso, opresivo, asociado a sudoración que están relacionados con problemas cardíacos coronarios. Además, se debe acudir frente a sospechas de accidentes vasculares encefálicos, pérdida de fuerza de un lado del cuerpo, de la cara, dificultad para hablar.
¿Cuándo llevar a los niños?
Consultas pediátricas habituales tienen muchas veces que ver con cuadros de fiebre. Ante esto, el Dr. Labarca explica que “una pronta consulta a un servicio de urgencia está asociada a fiebre con vómitos profusos incoercibles, confusión, cefalea intensa, rigidez de cuello y/o nuca, convulsiones o mala respuesta a medicamentos antipiréticos en dosis adecuada”. En caso contrario la consulta debería hacerse en policlínico, consulta ambulatoria o la atención medica virtual.
Fuente: Comunicado de Prensa