Aunque realizas buenas tareas y consigues logros, no sientes que tus actividades son buenas. El síndrome del impostor muchas veces interrumpe tu desarrollo profesional o simplemente, tu vida cotidiana.
Y es que el «no creerse el cuento» puede darte un problema a la hora de seguir adelante, sobretodo, en tu trabajo.
Pero, ¿qué hacer si padecemos este síndrome? Aquí te dejamos algunos consejos:
- Realiza una lista con tus principales fortalezas, para tenerlas claras. Es recomendable que también solicites a tus compañeros que te indiquen las que ellos consideran como tus mayores fortalezas, para que de este modo consideres también opiniones de tu entorno laboral.
- Busca la forma de tener siempre presentes tus logros, desde la obtención del título de grado hasta un ascenso, aumento o lo que consideres como un paso más en el camino al éxito.
- Medita para controlar tu energía, y concentrarla en aquellos aspectos positivos del trabajo.
Para muchos trabajadores, reconocer el Síndrome del Impostor no es sencillo. Por ello, si sientes al menos alguno de estos síntomas, es importante que tomes precauciones para evitar que la negatividad afecte tu desempeño laboral.
A simple vista puede parecer un simple sentimiento negativo pasajero, pero lo cierto es que en el largo plazo puede impedir el correcto desarrollo de la carrera profesional de un trabajador. Por ello, es necesario combatirlo.