En noticias internacionales, hace unos días ocurrió una controversial situación en Nueva York, Estados Unidos.
¿Qué pasó? 21 grafiteros fueron indemnizados por la demolición de un edificio que estaba pintado con sus obras. El inversor inmobiliario tendrá que pagar a los artistas US$ 6,7 millones de dólares —casi 4 millones de pesos chilenos— por blanquear y posteriormente demoler el complejo industrial 5Pointz, ubicado en Queens y que era un clásico de la zona.
Durante 20 años, el inversor inmobiliario Jerry Wolkoff permitió que los grafiteros intervinieran en las paredes del complejo industrial, lo que lo convirtió, según el abogado de los artistas, en «el mayor museo del aerosol al aire libre del mundo».
La demolición
En 2013, el dueño del edificio cubrió de blanco sus paredes y un año después, lo demolió. Frente a esto, los grafiteros exigieron la ley de derechos de los artistas visuales de 1990, que sostiene que cualquier obra debe ser protegida, siempre y cuando sea reconocida.
«Si no fuera por la insolencia de Wolkoff, no se habrían evaluado estos daños. Si no hubiera destruido 5Pointz hasta después de recibir sus permisos y lo hubiese demolido 10 meses más tarde, la corte no habría hallado que actuó obstinadamente», explicó el juez. Y agregó: «Como 5Pointz era una atracción turística destacada, el público hubiese corrido a despedirse durante esos 10 meses, para observar las formidables obras de arte en aerosol por última vez. Hubiera sido un magnífico tributo a los artistas, que lo merecían ampliamente».
Han pasado varios años pero hace unos días se dio a conocer la sentencia con la debida indemnización. Ahora el lugar tiene lujosas torres residenciales.