La Tercera Sala de la Corte Suprema anuló la deuda de dos mujeres del CAE y Fondos Solidario. Se trataba de dos mujeres que se declararon en quiebra y la corte ordenó que sus registros fueran borrados de la Tesorería, comercio y banca.
Esta decisión quedó plasmada en sendos fallos de recursos de protección, interpuestos por acreedoras que se acogieron al Procedimiento Concursal de Liquidación (PCL), a cargo actualmente de la Superintendencia de Insolvencia y Emprendimiento (SIE).
El tribunal estimó que la quiebra de una persona busca que se convierta nuevamente en un ‘sujeto de crédito’, por lo que cualquier deuda debe queda anulada y borrada en todo el sistema, independiente de cuál sea.
Los casos
Uno es de Javiera Mancilla, quien inició el PCL el 11 de noviembre de 2016 en el Juzgado de Letras de Castro, que a fines de 2017 falló a su favor. O sea, su registro de morosidad debía desaparecer. Sin embargo, el 14 de enero se dio cuenta que se mantenía su historia de los más de $8 millones que solicitó a un banco para estudiar.
El segundo caso es el de Carla Araya, quien hizo el PCL también, concluyendo en febrero de 2018. Ella tenía deudas por más de $21 millones con cuatro acreedores. Y aún así, se enteró que la Universidad Austral la seguía manteniendo en su base de datos, como deudora de casi $7 millones por el Fondo Solidario.
Te puede interesar: Cadem: Confianza en las AFP experimenta importante alza
Las mujeres volvieron a apelar
Esto impulsó a ambas mujeres a presentar un recurso de protección para corregir la situación, alegando que sus derechos constitucionales fueron vulnerados, dejando en letra muerta la nueva Ley de Insolvencia.
Abogados del Grupo Defensa interpusieron la acción legal. Lamentablemente, ambos tribunales de alzada rechazaron sus pretenciones, aludiendo a que las leyes del CAE y el Crédito Solidario no podían ser incluidas en el PCL.
Pero ninguna se dio por vencido y apelaron ante la Corte Suprema para revocar las resoluciones anteriores. Eso era riesgoso, ya que si no ganaban, quedarían con los ‘papeles manchados’.
Eso sí, la Suprema en dos fallos, uno el 27 de mayo y el segundo el 20 de julio pasado, estimaron que si una persona lleva adelante su PCL, ‘todas’ las deudas terminan con él, sin hacer distinción a cuáles sean.