Trabajar con vocación marca la diferencia. Y así lo demostraron unos paramédicos en Queensland, Australia, quienes desviaron su ruta al hospital para cumplir el sueño de un paciente al que trasladaban.
Nada menos que contemplar el mar y escuchar el romper de las olas, quizás por última vez.
Un gesto de amor
La conmovedora historia quedó registrada a través de la página de Facebook del usuario Neil King.
‘Encantado de ver a los increíbles paramédicos que traen a un paciente que, obviamente, no estaba lo suficientemente bien para una visita (a la playa) en su camino al hospital. Muy agradecido de nuestros trabajadores de primera línea que sirven tan amablemente’, escribió King en su red social.
‘El gesto fue increíble. Pero las amables palabras y la encantadora conversación que compartieron lo fueron aún más. Gracias Queensland Ambulance Service, son increíbles’, agregó el testigo de aquel emotivo momento.
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Y es que en tiempos tan complejos, en los que la pandemia no da tregua, se agradecen y valoran gestos como los de estos paramédicos.
Porque, más allá de una cifra que se incrementa día tras día, los pacientes de Covid-19 son personas con familias, proyectos y, por sobre todo, con deseos de vivir.
La historia de este paciente se viralizó rápidamente en las redes sociales. Y sin quererlo ni buscarlo, ahora estos paramédicos australianos se convirtieron también en héroes.
De hecho, las fotos publicadas se inundaron de mensajes de agradecimiento para estos paramédicos.
‘No todos los superhéroes usan capas’, comentó uno, mientras que otro señaló que había recuperado la fe en la humanidad después de ver este acto.
‘Última visita al océano, diría yo. Almas hermosas por permitir que este deseo se haga realidad’, escribió otro usuario tras emocionarse con las imágenes.