Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Cornell, en Nueva York (EE.UU.), concluyó que el alto consumo de sal en la dieta diaria puede perjudicar funciones cognitivas del cerebro, teniendo repercusiones sobre la salud mental.
Durante esta investigación, publicada en la revista «Nature neutrosciente», los científicos alimentaron a unos ratones con una dieta elevada en sal, similar a la que desarrollan muchas personas cotidianamente.
Después de unas semanas, observaron en estos animales los síntomas de una “profunda alteración en la regulación endotelial de la microcirculación cerebral” y reducción en el flujo sanguíneo cerebral.
“Una serie de indicios nos sugerían que comenzaban a padecer demencia. Vimos que se producía una reducción del 30% del flujo de sangre que va al cerebro y que las células de los vasos sanguíneos, que forman el tejido epitelial, eran incapaces de cumplir su función”, explicó el el neurólogo Constantino Iadecola, el principal autor de este estudio.
Este estudio se suma a otro reciente, publicado en la revista «Nature», que advierte sobre los efectos negativos del consumo excesivo de sal sobre la microbiota intestinal; conjunto de trillones de microorganismos que habitan sobre todo en el colón y que se encargan de funciones claves para el organismo, como entrenar al sistema inmunitario.