Si deseas tener unos dientes perfectos, sin recurrir necesariamente a complejos tratamientos de ortodoncia, basta con seguir algunas simples recomendaciones:
- Cepilla los dientes tres veces al día: Así evitarás la aparición de manchas y caries, y potenciarás el blanco natural de la dentadura, sobre todo si finalizas el proceso realizando un enjuague bucal con un colutorio blanqueador y rico en flúor.
- Combina el cepillo de dientes con hilo dental: A pesar de que lavarte los dientes tres veces al día te ayudará a deshacerte de la mayor parte de la placa bacteriana, recuerda que las cerdas de los cepillos no siempre son suficientes para eliminar todos los restos de comida que se acumulan entre los dientes. De ahí la importancia de combinar el cepillo de dientes con el hilo dental al menos una vez al día.
- Reduce el consumo de té y café: Aunque el té negro y el café aportan muchos beneficios al organismo debido a sus elevadas dosis de antioxidantes cuando se consumen con moderación, también pueden manchar los dientes. Por eso es clave limitar su ingesta y, por lo demás, consumir estas bebidas con una pajita para impedir que se adhieran a la dentadura.
- Cuida tu alimentación: Existen determinados alimentos ideales para cuidar tus dientes de forma natural, como la manzana (para proteger las encías), el agua (para prevenir las caries), y el apio y las frutillas (para limpiar la dentadura).
- Recurre a los remedios caseros: La naturaleza pone a disposición una amplia variedad de ingredientes que te ayudarán a blanquear los dientes, como es el caso de la hoja de salvia. Para aprovechar sus ventajas, puedes frotar tu dentadura con una hoja de esta planta durante un minuto todas las noches antes de irte a dormir.