El uso de zapatos incómodos, caminar muchas horas o pasar demasiado tiempo sentada, entre otros factores, puede afectar a tus pies a través de la aparición de callosidades, durezas y diversas lesiones.
Por lo tanto, si quieres combatir estas dolencias de una manera natural, una alternativa fácil y al alcance de todos es irse a dormir con una cáscara de limón puesta en cada talón.
La idea es dejarla actuar toda la noche y así aprovechar los beneficios de este tratamiento. Según los expertos, la cáscara de limón contiene hasta 10 veces más vitamina C y nutrientes que el jugo, además de aceites esenciales y poderosos antioxidantes.
Cómo hacerlo:
Lo primero es cortar el limón en dos partes, de tal modo que cada mitad se ajuste a la perfección a cada talón.
Luego, se debe exprimir la totalidad del jugo y presionar firme la cáscara contra el talón, asegurándose que no se caiga. Finalmente, ponerse el calcetín y dormir de esta forma toda la noche.
Los resultados comenzarán a sentirse antes de una semana, si el tratamiento se realiza a diario.
Las grietas y durezas empezarán a desaparecer, se aliviarán los dolores y, como conclusión, se conseguirán pies más suaves, saludables e hidratados.
Beneficios de la cáscara de limón:
-Tiene un potente efecto rejuvenecedor.
-Elimina las toxinas del cuerpo gracias a su alto contenido en ácidos.
-Combate el estrés.
-Disminuye el exceso de grasa sobre los tejidos de la piel.
-Es un excelente aliado del sistema inmune.