En una sociedad en la que estamos constantemente moviéndonos y en la que no paramos de trabajar, agradecemos de sobremanera las horas extra que tendremos para el descanso con la llegada de un fin de semana largo o de las ansiadas vacaciones.
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Es en ese escenario en el que hemos dejado el descanso diario -y muy necesario- de lado, interponiendo el trabajo, los estudios y los quehaceres del hogar antes que simplemente no hacer nada y relajarnos.
Según se consigna en el sitio Cosmopolitan, en el libro «Descanso», de Alex Soojung-Kim Pang, se explica que el no descansar es poco sano, ya que es esencial para restaurar la energía mental y física que gastamos cuando trabajamos.
Además, en el mismo medio se enumera una serie de recomendaciones para ser más productivo sin tener que renunciar al tan anhelado y necesario descanso. ¡Tome nota!
- Empezar temprano, muy temprano, nuestras tareas en la casa, ya que así podemos avanzar sin las distracciones de las redes sociales o el teléfono, dejando además espacios libres durante el día para descansar.
- Focalizar, descansar, repetir. Esto se trata de alternar el trabajo duro con el descanso. Luego de trabajar intensamente durante una hora y media o dos horas lo ideal es tomarse un descanso de 20 minutos, ya que así se obtienen beneficios restauradores.
- No a la multitarea, esa que nos lleva a realizar varias tareas al mismo tiempo y que nos hace pensar que somos más productivos. Error. La multitarea nos impide centrarnos bien y de manera acabada en cada una de las actividades.
- Deja tu trabajo en el trabajo. Y esto es apenas salgas de la oficina o de donde trabajes. Pon tu teléfono en silencio, apaga las notificaciones del correo ni lo revises y pon tu mente fuera del trabajo.
- Busca un buen pasatiempo. ¡No todo puede ser trabajo! Las mejores mentes tienen pasatiempos que les permiten desarrollar actividades gratificantes similares a las que obtienen en el trabajo (superación, victoria…), pero a pequeña escala y sin las frustraciones.
- Descansa aunque el mundo te diga lo contrario. Y es que muy seguido nos decimos a nosotros mismos que descansaremos cuando hayamos terminado todo lo demás. Pero para qué estamos con cosas, eso hoy en día es casi imposible: el trabajo nos sigue a casa, los dispositivos móviles hacen que siempre seamos accesibles a los jefes y clientes y los proyectos siempre se pueden hacer un poco mejor. El único descanso posible es el que tú consigues cuando decides conscientemente olvidarte de todo lo demás.