«Niño Gozdilla», «Fenómeno de la Niña». Cada año, hay nuevos términos para referirse a los cambios climáticos. El gobierno de Estados Unidos acaba de publicar un informe confirmando los costos nutricionales del cambio climático.
Tras analizar los efectos de CO2 en cultivos y plantas silvestres, el biólogo molecular descubrió que algunos alimentos se están volviendo ricos en carbohidratos y pobres en algunos nutrientes esenciales. A través de la fotosíntesis, las plantas obtienen nutrientes. Pero al aumentar el CO2, producen más azúcar y menos minerales.
Hicieron falta más de 12 años de trabajo, analizando datos generados en cuatro continentes por investigadores de 13 países, entre ellos China, Australia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos o Japón, para confirmar el problema.
No fue el primer estudio al respecto; otros científicos habían comenzado a explorar el fenómeno hace casi 20 años, pero sí fue «el mayor estudio hasta la fecha en este campo», explica el experto.
En total, la investigación abarcó 120 variedades de plantas.
Cuidar el planeta, un deber de todos
Las consecuencias del cambio climático tiene un efecto en todos los ámbitos de la vida, incluido los alimentos a los que tenemos acceso. Esto se denomina costo nutricional, tal como confirman de BBC Mundo.
«El cambio climático está afectando la calidad de los alimentos que comemos cada día, de por vida», asegura Irakli Loladze, profesor asociado del Bryan College of Health Science.
Iraki Loladze, un biólogo molecular que lleva años estudiando esta tendencia, asegura que es algo oculto. Un fenómeno que se ha intentado explicar hace casi 20 años, y que este estudio ha logrado avanzar.
Las plantas más afectadas son las denominadas C3, ellas son el trigo, las papas, y la mayoría de las frutas y vegetales. Mientras que el maíz es uno de los menos afectado.
«Es un efecto global. La calidad de las plantas en toda la biosfera se ha modificado por el aumento de CO2. Ni siquiera los escépticos del cambio climático pueden negarlo», asegura Loladze