Identificar el tipo de cutis es el primer paso para que puedas tratarlo. Si no lo tienes claro, descubre aquí las características de la piel normal, grasa, seca, sensible y mixta.
Piel Normal
Este tipo de piel, de textura suave, lisa, elástica y aterciopelada, se caracteriza por su tonalidad rosada uniforme, con buena circulación sanguínea y presencia de pequeños poros.
Y aunque la zona T puede ser levemente grasa, el sebo y la humedad globales están equilibrados y, por lo tanto, el cutis no es demasiado grasoso ni muy seco. Además, no presenta impurezas y tampoco es propensa a la sensibilidad.
Consejos:
1-Una exfoliación suave, una o dos veces por semana, elimina las impurezas y las células de piel muerta.
2-Para estimular la circulación, aplica en la mañana productos de limpieza mediante movimientos rotatorios ascendentes y retira con pañuelos desechables o compresas de algodón húmedas.
3-Después de la ducha, ponte una crema hidratante con protector solar.
4-En la noche, luego de limpiar y tonificar, cubre tu rostro con crema nutritiva o que contenga coenzima Q10, la cual reduce los signos de envejecimiento.
Piel grasa
La piel grasa tiende a producir más sebo del necesario, por diversas causas como predisposición genética, cambios y desequilibrios hormonales, medicación y estrés, entre otros.
Es un tipo de piel que se caracteriza por presentar muchas impurezas, como granos, espinillas y poros de gran tamaño. Además, se ve como una piel engrosada, escamisa y pálida, cuyos mayores problemas aparecen principalmente en la zona T.
Consejos:
1-Utiliza productos especiales anti-bacterianos para la limpieza y el cuidado de la piel.
2-Para controlar la actividad de las glándulas sebáceas e hidratar la piel en forma adecuada, lava dos veces al día el cutis con jabón neutro o de avena. Posteriormente, aplica algún tónico hidratante, libre de aceite y sin alcohol para cerrar los poros.
3-Emplea desmaquillante de base de agua, ya que su fórmula retira el maquillaje y la suciedad del rostro, tan solo al pasar sobre él un algodón impregnado con el líquido.
4-Una vez a la semana, aplica un exfoliante para retirar células muertas e impurezas y una mascarilla elaborada a base de arcilla, ya que ésta absorbe la grasa facial excedente, ayudando a eliminar comedones y espinillas.
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Piel seca
Si tu piel tiene un aspecto áspero, tirante y agrietado, es porque produce menos sebo que un cutis normal, carece de lípidos y, por lo tanto, no se humecta ni hidrata correctamente. Este tipo se define como piel seca y, como consecuencia, es menos elástica, más tirante y, en ocasiones, incluso tiende a picar.
Asimismo, es vulnerable a factores ambientales externos, como altas temperaturas y suele reaccionar irritándose o enrojeciéndose. Por su parte, la piel seca existe en distintos grados de intensidad y es mayor en mujeres que hombres.
Consejos:
1-Ayuda a tu piel desde el interior bebiendo 2 litros de agua diarios y utiliza siempre cremas de día con factor de protección solar para resguardar tu piel de la radiación UV.
2-Por la mañana, complementa tu rutina de belleza con una crema hidratante con ácido retinoico, derivado de la vitamina A, que suaviza la piel y estimula la producción de colágeno.
3-Por la noche, después de desmaquillar, aplica una crema cuya fórmula incluya vitamina C, coenzima Q10, colágeno, elastina o urea. Todos ellos, compuestos que combaten la resequedad cutánea.
4-Respecto al maquillaje diario, procura emplear base en crema, ya que ésta contiene humectantes que protegen al cutis de la deshidratación. En general, escoge productos de cuidado enriquecidos con aceites naturales que ayuden a aliviar y a relajar tu piel.
Piel sensible
Este tipo de piel, de textura seca y fina, pero de tonalidad blanco-rosada, es más susceptible a enrojecerse y picar por factores externos como el estrés, el aire reseco de la calefacción o la luz UV.
Sin embargo, también debes cuidar tu dieta, ya que ciertos ingredientes la dañan aún más, como los alimentos picantes, el chocolate y el alcohol.
De hecho, la piel sensible, más que ninguna otra, necesita cuidados especiales que le proporcionen alivio y, al mismo tiempo, refuercen su barrera de protección natural para que ésta sea más resistente.
Consejos:
1-Usa una crema que proteja tu piel frente a los factores ambientales nocivos.
2-Después de limpiar tu rostro, sécalo con una toalla dando suaves toquecitos, en vez de frotarlo con fuerza.
3-Utiliza productos y cosméticos hipoalergénicos. Es decir, libres de colorantes, preservantes y perfumes, que podrían causar alguna reacción alérgica o irritación en la piel.
4-Extrema precauciones ante los cambios bruscos de temperatura, ya que estos pueden afectarte a largo plazo.
Piel mixta
Se denomina así porque es una combinación entre la piel normal-seca y la piel grasa. En ese sentido, la piel mixta presenta un aspecto brilloso grasiento y tiende a desarrollar pequeñas impurezas, especialmente en la llamada zona T, que corresponde a la frente, nariz y mentón.
No obstante, en la zona de las mejillas la piel tiende a ser entre normal y seca, lo cual tiene que ver directamente con la más baja producción de sebo. Si tienes este tipo de piel, según los expertos debes tratarte como si tuvieras dos caras.
Consejos:
1-Limpia tu piel en profundidad antes de aplicar los productos de cuidado facial y utiliza agua tibia en lugar de agua muy caliente o muy fría.
2-En la mañana, aplica loción astringente en la zona “T” y una hidratante en las mejillas, y sella con crema hidratante con protección solar.
3-Antes de acostarte, limpia con gel o leche, que es un producto líquido o semifluido que elimina el maquillaje, suciedad y las células muertas. Para terminar, aplica crema nutritiva rica en vitaminas.
4-Procura utilizar siempre productos para piel mixta.