Una inusual subasta se llevó a cabo en Inglaterra que estuvo marcada por diversos objetos relativos a la monarquia. Entre ellos los que más valor adquirieron fueron las cartas escritas por la princesa Diana de Gales a Cyril Dickman, el mayordomo que trabajó más de 50 años dentro de la Casa Real.
En la carta más importante, se describía la relación que tenían en ese entonces William y Harry, en misiva se relata que el mayor de los descendientes al trono era un joven muy preocupado de su hermano, mientras que el otro poseía una personalidad que buscaba constantes problemas.
Esta carta fue adjudicada por 3.200 libras esterlinas, unos 2,6 millones de pesos chilenos, cifra muy superior al precio estimado de venta.
La carta, ofrecida junto con otros cuarenta lotes por la casa de subastas Cheffins de Cambridge, que responden a la tarjeta de enhorabuena que Dickman envió al príncipe Carlos y a su esposa por el nacimiento de Harry, el 15 de septiembre de 1984, entre otros escritos de valor.
Los objetos fueron subastados por los herederos de Dickman, que empezó a trabajar en el palacio de Buckingham, en Lóndres, durante la segunda Guerra Mundial.