Cabecear una pelota tiene un impacto significativo en las funciones del cerebro, según concluyó un estudio científico dirigido por la universidad escocesa de Stirling y publicado por la revista «EBioMedicine».
Según esta investigación, las capacidades de la memoria pueden verse reducidas entre un 41 y un 67%, durante las 24 horas posteriores al juego.
El estudio se basó en una serie de 24 remates de cabeza efectuados por 24 futbolistas, sobre una pelota propulsada por una máquina a la velocidad de un saque de esquina en un partido de fútbol.
«Constatamos, después de esta sesión de remates, una disminución de las funciones cerebrales y de la capacidad de memoria de los sujetos», comentó Magdalena Ietswaart, especialista de neurociencia en la Universidad de Stirling.
Aunque dichas afecciones son temporales, creemos que pueden afectar al cerebro a largo plazo», añadió la especialista a la BBC.