Quizás nunca hayas oído hablar del Hygge, palabra que en danés significa bienestar, pero va mucho más allá de la etimología, es un estilo de vida al que se inició en Dinamarca y que busca aumentar la calidez del hogar y el acercamiento de los integrantes de una familia.
La BBC realizó un reportaje sobre qué significa el hygge para los daneses y la mayoría respondió: «es sentarse frente a la chimenea en una noche fría, vestido con un grueso suéter de lana mientras bebes un vino caliente con azúcar y especias y acaricias a tu perro echado a tu lado».
Se pronuncia hu-ga y ha ayudado al país europeo a posicionarse como el país más feliz del mundo, llegando incluso a ser impartido en clases y su máximo apogeo se da en invierno, cuando tienen tan solo cuatro horas de luz y gran parte de la vida se realiza dentro del hogar.
La idea es relajarse y sentirse en casa tanto como sea posible, olvidándose de las preocupaciones de la vida, incluso estando en una reunión con amigos.
Helen Russell, autora del libro «El año en que vivimos a lo danés: Descubriendo los secretos del país más feliz del mundo» manifestó que «el resto del mundo parece estarse dando cuenta gradualmente de lo que los daneses han sabido durante generaciones: que pasar un tiempo relajado y acogedor con amigos y familiares, tomando café con pastel o cerveza, puede ser bueno para el alma».
El adjetivo de hygge es hyggeligt, y es una palabra que ofreces como cumplido a tus anfitriones después de haber pasado una noche agradable en su hogar.
Otros países y culturas tienen expresiones similares, que se asemejan al estilo de vida que intenta imponer el hygge, por ejemplo en alemán está el Gemutlichkeit: el sentido de bienestar basado en la buena comida, la compañía y quizás un trago.
Pese a que los adultos mayores expresan su descontento porque, a su juicio, se desvirtuó esta tendencia, ya que en estos tiempos solo implicaría ver televisión o estar dentro de una misma habitación sin hablarse, siguen defendiendo la idea de que esta técnica es única y que les gustaría que se replicase en otros países, para evitar tantos episodios de estrés.