En junio pasado dio a luz a sus mellizos Sir y Rumi. Sin embargo, Beyoncé ya se jacta de una espectacular figura, totalmente recuperada del embarazo.
La cantante estadounidense, quien cumplió 36 años en septiembre, aplicó una exigente, pero efectiva rutina para dejar atrás las huellas que dejó en su cuerpo la gestación.
Apenas seis semanas después de la cesárea, Beyoncé retomó sus entrenamientos de SoulCycle, un ejercicio derivado del spinning que mejora la elasticidad, la resistencia y la velocidad.
En concreto, el SoulCycle (también conocido como ciclismo para el alma), mezcla todos los beneficios de una clase de spinning tradicional con la meditación durante los 45 minutos que dura el entrenamiento.
La rutina se practica en una sala iluminada con velas y con música de meditación, mientras las personas pedalean y repiten los mantras que va diciendo el instructor. Se trata de frases motivacionales que incentivan a los asistentes a dar el máximo de su esfuerzo.
Según fuentes consultados por E! Online, Beyoncé combinó sus clases de SoulCycle con sesiones de cardio y pesas, guiada siempre por un entrenador personal.
Además, complementó el ejercicio con una estricta dieta supervisada por el chef que la acompaña en sus viajes y que consiste en una alimentación «mayormente vegetariana», según han dicho allegados a la estrella pop.