Casi es el dueño del Palacio de Gobierno. Curi, un labrador de dos años, se encarga de rastrear la presencia de explosivos, recorriendo los salones y pasillos de La Moneda.
Su nombre significa «negro» en mapudungún y trabaja con su guía el cabo primero Alberto Rojas, para descartar algún peligro u objeto sospechoso.
Al terminar su jornada laboral, descansa en el famoso Patio de los naranjos. «Prácticamente es uno más de la familia. Independiente de que no viva conmigo, él es como un amigo, siempre está conmigo», comenta el cabo Rojas.