Rodrigo Jarpa, psicólogo, doctor en sexualidad y conductor de #ComplicesFMDOS nos cuenta acerca del deseo sexual: ¿espontáneo o planificado? ¿cómo lo construimos? Aquí, su comentario.
«Escucho una y otra vez decir a las parejas que tienen un problema porque que no tienen sexo espontáneo, que ya no les dan ganas como antes, que al principio todo fluía y era más natural… Y, en relación a la sobrevalorada espontaneidad cito a Esther Perel, quien señala que muchas veces el mejor sexo en parejas de largo plazo es premeditado, voluntario e intencional. Si no se programa, puede que desaparezca, porque la fase de la espontaneidad ya pasó.
Si para ti es importante disfrutar de tu vida sexual con tu pareja, es necesario que asumas un rol activo. Para esto es aconsejable realizar “actividades intencionadas”, con constancia, compromiso y atención, que te permitan lograr esa vida sexual que deseas. En el programa “Cómplices Los Dos” del día jueves 22 de Octubre a las 20.hrs. hablaremos en detalle de cuales son algunas de esas conductas que permiten construir el deseo.
Planificar un encuentro erótico con la misma pareja puede generar fantasías anticipadoras. Con las fantasías que generamos mentalmente, podemos poner en marcha estímulos eróticos altamente estimulantes (valga la redundancia). Es como si ahora mientras lees esto, te escapas en tu mente a ese viaje que sueñas o las vacaciones que tienes planeadas para el verano. ¿Te dieron ganas de estar allá?
Efectivamente, fuera de que es muy difícil que los dos miembros de la pareja tengan el mismo deseo sexual y al unísono, en la vida agitada y llena de actividades que solemos llevar, especialmente después de la llegada de los hijos, muchas veces no queda otra que ponerse de acuerdo para encontrar los tiempos y espacios apropiados.
Estos pueden ser momentos de intimidad que no necesariamente impliquen siempre el tener relaciones sexuales, o tal vez concibiéndolas desde una forma menos restringida y rígida que exclusivamente el coito: donde lo que prima es la penetración con la evidente necesidad de un pene erecto y orgasmos incluidos…cayendo así en una lista interminable de «deberes a seguir».
Una vez que comenzamos a estimularnos puede que lo primero que se presente sea algún grado de excitación y es ahí donde nuestra disposición a entrar, a sentir y a disfrutar es lo que posibilita que nos internemos en una experiencia sexual. Para esto es importante tomar consciencia de los estímulos sexuales que recibimos y que pueden excitarnos. Es ahí cuando puede surgir el deseo entendido como el permiso que nos damos para sentir».
Rodrigo Jarpa.