Las razones de una crisis de pareja pueden ser muy diferentes para cada persona, aunque tal como explica la psicóloga Mila Cahúe, autora del libro «Amor del bueno», algunos de los signos que indican que una pareja está deteriorada serían: falta de interés por hacer feliz al otro, distanciamiento, dejar de querer agradar y, dependiendo del grado de autocontrol de cada uno, desprecios, ofensas, insultos o ninguneos.
Sin embargo, la psicóloga entrega 10 simples consejos para reconquistar a la pareja en momentos de crisis.
- Permitir pequeños espacios consensuados en los que cada cual pueda desarrollar su personalidad y gustos, o simplemente compartir con otras personas distintas facetas de su carácter. Esto enriquece lo que cada uno aporta a la relación, y además permite descubrir recíprocamente matices nuevos.
- No darlo todo por hecho una vez que se consolida la relación. No es el final, sino el principio de un camino juntos. La relación, en sí, no es aburrida; pueden serlo las personas que la conforman.
- Tener espacios únicamente para los dos. Planificarlos ha de ser tarea de ambos, así como la capacidad de sorprender. No tener miedo a equivocarse: mejor errar y reír, que desaparecer por tedio.
- No dejar de autoconocerse. Es la mejor manera de sorprenderse a uno mismo y al otro.
- Comunicarse con fluidez (no quiere decir que uno tenga que verbalizar todo lo que se le venga a la cabeza. La empatía, el tacto y el respeto son cruciales en la relación de pareja). Tener capacidad de llegar rápidamente a acuerdos, no imponer, y que haya transparencia. Hay personas que confunden «consensuar» con «pedir permiso». A los padres o jefes se les pide permiso; con la pareja, se consensua. Esta capacidad es un buen termómetro para medir el grado de crecimiento y maduración de cada uno.
- Reírse y pasarlo bien juntos. No hay nada que relaje más y que nos haga sentir más confiados. La confianza es el cimiento de cualquier relación sana.
- Cuidarse físicamente, y también aquellos aspectos que sabemos nos hacen atractivos ante nuestra pareja, más allá de los meramente físicos. Que nuestra pareja tenga ganas de estar con nosotros, es clave.
- Aprender a relativizar, a no dramatizar.
- Aprender a hacer feliz al otro, y enseñar lo que nos hace felices. Recíprocamente. Y aprender a generar y proponer alternativas de solución cuando las cosas no van bien.