Se acaban las vacaciones de verano y los niños deben volver a clases. Se trata de un proceso que no todos enfrentan con el mejor de los ánimos y, de hecho, es común que en los días previos al regreso al colegio se manifiesten diversos síntomas físicos y emocionales en los pequeños.
No querer vestirse, resistirse a tomar desayuno o caer en llantos y pataletas pueden ser algunas de las respuestas que los menores presenten en los días previos, pero que no deberían perdurar más allá de la segunda o tercera semana.
Por su parte, los padres pueden poner en práctica los siguientes consejos prácticos para facilitar este proceso de adaptación:
- Destacar el lado positivo de la vuelta a clases. En relación a esto, es importante que los padres realicen comentarios positivos cuando se acerca la entrada de sus hijos al colegio, refiriéndose a ello como algo entretenido.
- Recuperar rutinas y horarios una semana antes de la entrada a clases. Es necesario comenzar a ajustar el horario de acostarse y levantarse temprano algunos días antes, ya que el cuerpo necesita acomodarse al cambio de rutina. Una buena idea es adelantar la hora de dormir de los niños 15 minutos por noche, así como el horario de levantada.
- Indagar expectativas y promover el diálogo familiar en torno a temas relacionados a la vuelta a clases. Es fundamental preguntar a los niños cómo se sienten acerca del regreso a clases, de modo que ellos sientan que los padres están ahí, disponibles para ayudar y resolver cualquier inquietud.
- El ritual del día anterior a la entrada al colegio. Dado que el pensamiento de un niño en etapa escolar se caracteriza por ser concreto, es importante preparar juntos la mochila, colgar el uniforme que se usará, dejar listos los zapatos y armar la colación.
- Evitar el estrés en las mañanas. Mientras más tareas se dejen preparadas por la noche, menos trabajosa será la mañana. Por lo tanto, dejar preparada la mesa del desayuno, las colaciones y el bolso de deporte, entre otras cosas, alivianará la rutina en las mañanas.
- Fomentar las invitaciones sociales. Durante los primeros días de clases se recomienda animar a los niños a invitar compañeros a la casa, pues con ello los motivarán a que establezcan vínculos y disfruten de un rato entretenido.