Más allá del estilo, serán los colores los que marquen el tono y le den armonía a la celebración. Si aún no sabes qué color elegir o por qué hacerlo, aclara tus dudas a continuación.
- Blanco: Es el color por excelencia de los matrimonios religiosos, pues representa la pureza. Además, se trata de un tono discreto, pulcro, elegante y versátil, pues combina con todo y no pasa de moda. Es ideal para novios clásicos y románticos, a la vez que armoniza perfectamente tanto en bodas de día como de noche, formales o más relajadas. Los aliados de una decoración en blanco son las flores naturales, la mantelería y las tortas de matrimonio.
- Rojo: El color del amor, el deseo y la pasión. Se trata de un tono que destila sensualidad y que simboliza celebración, alegría, prosperidad y dicha. Una decoración en rojo comienza con delicadas invitaciones de boda, incluirá el bouquet de la novia y muchos pétalos de rosa como parte de la decoración, para terminar con un pastel con detalles en rojo pasión, entre otros elementos. Si deseas una fiesta vibrante, ésta debe ser la elección.
- Negro: No es de los más populares. Sin embargo, aparece como una perfecta elección para matrimonios en invierno o para aquellos novios que buscan imprimirle un toque gótico o glam a la decoración de su enlace nupcial. Se trata de un color sofisticado y que además combina muy bien con los distintos tonos, por ejemplo, con la gama de metalizados, ya sean dorados o plateados. Dependiendo de cómo se emplee, se puede conseguir una decoración clásica mediante el negro, o bien, una extremadamente moderna.
- Verde: Toda la gama del verde simboliza frescura, naturaleza y fertilidad. Este color es la mejor opción para aquellos novios que se inclinan por una decoración de matrimonio campestre, ya sea más o menos eco-friendly. Además, el verde combina muy bien con el blanco, pero también armoniza perfectamente con el púrpura y el azul. El verde menta, en tanto, está muy de moda entre los matrimonios vintage. ¿Adornos infalibles en verde? Manteles, servilletas, centros de mesa con suculentas y enredaderas de hojas, entre muchos más.
- Amarillo: Nos transporta de inmediato a un día solado y muy alegre. Una decoración en color amarillo denota puras buenas energías, y es perfecta para bodas que se realizarán en primavera y verano. Una combinación ganadora es amarillo y gris, o amarillo y verde. Mantelería, centros de mesa y accesorios amarillos en los trajes de los novios serán un acierto, así como inclinarse por girasoles para el ramo o los centros de mesa.
- Rosado: Mientras que el rojo es el color de la pasión, el rosa es una elección mucho más dulce y romántica, que calza perfectamente con esas parejas salidas como de un cuento. Si bien se trata de un color suave, su fuerte personalidad lo hace versátil, armonizando tanto en salones para una boda en la noche, como al aire libre en un matrimonio de día. Eso sí, es importante no sobrecargar con muchos detalles Una sugerencia es combinar el rosa con colores como el blanco, el azul marino y tonos metálicos.
- Azul: Es el color de la realeza, y transmite tranquilidad, calma, equilibrio y espiritualidad. Independiente si se apuesta por decoración en azul marino, cerúleo o tiffany, lo cierto es que este color destaca entre los favoritos y si se trata de un matrimonio en la playa, ¡mejor aún! Elementos decorativos en azul encontrarán muchísimos, desde arreglos florales hasta finas copas en cristal azul.