¿Cómo elegir la almohada correcta?
Pueden ser esponjosas, suaves o firmes. Lo ideal es encontrar el equilibrio adecuado entre el confort y el soporte para una buena postura del cuello.
Tipos de almohadas y materiales de relleno
- Fibras sintéticas: Rellenas con fibra de poliéster siliconada, son cómodas y favorecen la absorción de la humedad. Asimismo, son frescas y transpirables, permitiendo la circulación del aire. Las de densidad firme son más apropiadas para las personas que duermen de lado o boca arriba, pues son esponjosas y recomendadas también para quienes sufren de alergia.
- Látex: Suaves y agradables, aseguran una mayor ventilación e higiene. Permiten un buen descanso, manteniendo una postura correcta para las cervicales. Se amoldan al contorno del cuerpo para obtener un relajo profundo.
- Viscoelásticas: Se adaptan a la forma de la cabeza, se acomodan al cuello y son termosensibles. Por lo mismo, otorgan un buen descanso, eliminando presiones y problemas cervicales. Son antialérgicas y antibacterianas, a la vez que permiten el flujo de aire evitando humedades. Muy recomendables para personas con problemas de cervicales o espalda.
- Almohadas cervicales: Tratan de sujetar el cuello, la nuca y la cabeza, para mantener la zona cervical bien protegida. Son recomendables solamente para las personas que duermen boca arriba. Tienen forma de vaivén y se dividen en cuatro zonas de mayor o menor dureza.
¡Importante!
-La duración media de una almohada es de dos a tres años, aunque puede perder sus propiedades con el uso y los lavados frecuentes.
-Según los especialistas, no es recomendable dormir sin almohada, porque el cuello está inclinado forzando una postura antinatural durante muchas horas.
-Las personas con hombros más anchos necesitan una almohada más gruesa que la que tienen hombros estrechos.