Según un estudio realizado por Bensons for beds, empresa inglesa dedicada al estudio del sueño, las mujeres que duermen menos de 6 horas, durante cinco días, tienen el doble de arrugas y manchas en comparación con quienes descansan ocho o más horas.
Efectivamente, a menos horas de sueño, más se daña nuestra apariencia, pues mientras dormimos el cuerpo tiene la oportunidad de reparar el tono muscular, humectar la piel, mejorar el flujo sanguíneo y eliminar las toxinas.
En concreto, ¿qué le pasa a tu rostro cuando duermes poco? Aquí te lo contamos para que tomes consciencia:
- La mirada cambia: Los músculos de la cara están demasiado relajados o estirados, lo que ocasiona que tus ojos luzcan cansados o no se vean totalmente abiertos.
- Los años «pesan más»: El insomnio, en especial una vez pasados los treinta años, puede generar que te veas de mayor edad. De diez años más, para ser precisos. Esto es porque el tejido facial es afectado por el estrés.
- Imperfecciones: La falta de sueño incrementa los niveles de cortisol, que es la hormona que agrava afecciones inflamatorias como el acné o dermatitis.
- Ojeras: Dormir poco también aumenta la acumulación de estrés oxidativo a nivel celular, lo que conduce a un drenaje linfático pobre y a la acumulación de líquidos que se refleja en ojos hinchados o en la aparición de ojeras.