Los signos de fatiga o cansancio en la piel se hacen más evidentes pasada la mitad del año. Por lo tanto, si quieres recuperar la luminosidad y frescura de tu cutis, incorpora el siguiente truco en tu rutina de belleza.
Corresponde a un tratamiento a base de caléndula, manzanilla y lavanda.
Por un lado, la caléndula actúa como un regenerador natural que acelera la curación y cicatrización de heridas leves, a la vez que favorece la producción de colágeno; el activo responsable de proporcionar tersura y elasticidad a la piel.
En cuanto a la manzanilla, destacan sus propiedades antiinflamatorias, ideales para reducir la hinchazón propia de la piel con fatiga.
Y la lavanda, por su parte, es rica en sustancias antiinflamatorias y antisépticas que se ocupan tanto de disminuir la inflamación, como de acabar con el acné.
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Ingredientes
- Una cucharadita de flores de caléndula
- Una cucharadita de flores de manzanilla
- Una cucharadita de flores de lavanda
- Un vaso de agua
- Un frasco con pulverizador
Preparación
- Calienta el agua.
- Cuando rompa a hervir, añádele las hojas secas de lavanda, caléndula y manzanilla, y retírala del fuego.
- Deja que la infusión repose durante 15 minutos.
- Transcurrido un cuarto de hora, filtra el líquido con un colador para eliminar los restos de flores y vierte la solución casera en el interior de un frasco con pulverizador.
- Cuando la infusión se haya enfriado, tan solo tendrás que rociarla sobre la piel limpia y seca. Tal como si se tratara de un tónico facial convencional.
- Deja que se seque y no lo retires con agua.
- Unos minutos después notarás el cambio, ya que estas plantas se ocuparán de relajar las facciones, combatir la hinchazón y mantener el estrés alejado del cutis.
¡Ojo! Si guardas el frasco con pulverizador en la nevera, el líquido se conservará en buen estado durante unos cuantos días.
Fuente: https://www.fucsia.co