Si deseas combatir las marcas de acné, espinillas y granos, te encantará descubrir este tratamiento casero a base de frutillas, huevo y miel.
Gracias a su contenido en antioxidandes, vitaminas y ácido salicílico, la frutilla es ideal para exfoliar la piel, limpiar los poros y eliminar todo tipo de impurezas.
El huevo y la miel de flores, por su parte, combaten los signos de envejecimiento y aclaran la piel, dejando el rostro terso, suave e hidratado.
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Ingredientes
- 3 frutillas
- Un huevo
- Una cucharadita de miel de flores
Preparación
- Limpia las frutillas y, una vez listas, machácalas con la ayuda de un tenedor hasta convertirlas en puré.
- Hecho esto, separa la yema de la clara del huevo y mezcla esta última con el puré de frutilla.
- Agrégale la miel y remueve muy bien los tres ingredientes hasta formar una mascarilla homogénea.
- Aplica el compuesto sobre el rostro limpio, sin cubrir la piel que rodea los ojos y los labios.
- Deja que actúe durante 20 minutos.
- Transcurrido ese tiempo, retira el producto con abundante agua tibia, seca el rostro con una toalla suave y aplica tu crema hidratante habitual.
- Pon en práctica este truco una vez a la semana para obtener mejores resultados.