Las almendras son ideales para alargar la juventud de la piel, ya que contienen vitamina E, ácido fólico, calcio, ácido oleico y zinc, entre otras sustancias que previenen el envejecimiento prematuro, así como la aparición de arrugas y líneas de expresión.
La leche, por su parte, funciona como exfoliante natural y contribuye a erradicar los signos de la edad, otorgando suavidad y tersura al cutis. Esto, debido al ácido láctico presente en su composición que promueve la producción de colágeno y ayuda a aclarar las manchas propias de la vejez.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de almendras naturales
- Un vaso de leche (entera si tienes la piel seca y desnatada si tu cutis es graso)
- Un disco de algodón
Preparación:
- Vierte la leche en el interior de una olla y añádele las almendras.
- Deja este fruto seco en remojo durante toda una noche.
- A la mañana siguiente retira las almendras, empapa un disco de algodón en la leche y extiende el producto sobre la piel limpia y seca con suaves toques como si se tratara de un tónico.
- Para que el tratamiento sea efectivo, deja reposar la mezcla durante unos 30 minutos sobre el cutis.
- Pasado ese tiempo, retírarlo enjuagándolo con abundante agua templada.