Si sufres de piel grasa, caracterizada por el exceso de sebo, una mascarilla de tomate y miel te ayudará a acabar con este problema.
Y es que, mientras el tomate es rico en vitaminas C y A, la miel es famosa por sus propiedades astringentes. Cualidades que, en ambos casos, contribuyen a refrescar la piel, eliminando el acné, puntos negros y grasa.
Ingredientes
- Un tomate maduro
- Una cucharadita de miel
- Un disco de algodón
Preparación
- Retira la piel del tomate, córtalo en varios trozos y colócalo dentro del vaso de la batidora.
- Bátelo durante unos segundos hasta transformarlo en zumo.
- Cuando esté listo, mézclalo con la miel y extiéndelo sobre la piel limpia con un disco de algodón. Evita, eso sí, cubir el contorno de los ojos y de los labios.
- Espera 15 minutos para que esta mascarilla penetre y, pasado ese tiempo, aclárala con agua templada.
- Lo ideal es recurrir a este truco una o dos veces por semana.