La clases de Pole Dance están siendo cada vez más demandadas para despedidas de solteras.
La modalidad consiste en una clase personalizada a domicilio, de aproximadamente una hora y media, en las que una instructora enseña las técnicas propias de esta disciplina.
Así, a través de giros, ascensos y otras acrobacias, la novia y sus amigas van aprendiendo y montando una coreografía simple.
Se suelen recomendar grupos de diez a quince personas, de modo que todas puedan participar.
Además, se trabaja con barras portátiles que no dañan el piso ni el techo, pues se afirman a presión.
Según el proveedor que elijan, también podrán acceder a servicios como fotografía, luces y DJ, además de un regalo de cortesía para la novia y sus acompañantes.