Desde que se promulgó la nueva Ley de Matrimonio Civil, en el 2004 la cifra de divorcios se mantuvo constante exceptuando dos años en que está cifra alcanzó récords históricos, siendo sobre los 53 mil separaciones en el 2010, la que fue bajando considerablemente con el pasar de los años y que nuevamente comenzó a incrementarse durante el 2016.
Y es que la tasa de separaciones alcanzó las 48 mil durante el año pasado, siendo una de las causas las tensiones que acarrea el diario vivir. Según el académico del Departamento de Psiquiatría de a Universidad de Chile, Arturo Roizblatt, esto se debería a que “se pide calidad, muchas personas idealizan esta calidad y no son capaces de satisfacerla. Además, hay baja tolerancia a los períodos bajos del matrimonio, no se le ve como las estaciones, cuando hay invierno, hay que pensar que llegará la primavera, si es que se trabaja en ese sentido”.
Opinión compartida por el terapeuta de parejas, Juan Yáñez: “Las parejas se desgastan y agotan con cumplir con la función social de la crianza de los hijos, desentendiéndose de la función de la pareja”.
Otra de las causas que ambos especialistas definen como una de los motivos más grandes que causan el divorcio en el país es la infidelidad dentro de la pareja, pero eso no implica que se valore menos a la persona ya que la familia como institución sigue siendo uno de las preocupaciones principales dentro de la vida conyugal.