Una pesadilla de final tuvo una familia que viajó para disfrutar de unas vacaciones en Cancún, México.
Esto fue cuando María Inés Contreras Figueroa (68 años) llegó a este destino junto a sus hijos Fabián y Manuel Valderrama, además de sus parejas e hijos, para disfrutar de unas paradisíacas vacaciones, donde sus hijos aprovecharían de contraer matrimonio con sus parejas en una soñada boda en la playa.
Pero estos maravillosos planes terminaron mal después de que Contreras sufre una leve lesión mientras hacía un tour por la Isla Mujeres, el pasado 4 de mayo. Según Fabián Valderrama en contacto con Radio BíoBío su mamá “volvía, el barco se movió y mi madre dio un paso en falso, golpeándose la pierna derecha (…) fue un golpe que provocó una pequeña laceración”.
De acuerdo a lo relatado por su hijo, Contreras no se sintió mal enseguida. De hecho, el domingo siguió recorriendo la ciudad, pero el lunes 6, cuando se llevó a cabo la boda de sus hijos, no pudo con el dolor.
“Cuando estábamos en pleno acto de la ceremonia nosotros… cuando la gente se paró para darnos el abrazo mi madre no se levantaba (luego) se levantó, me abrazó y se puso a llorar”, dijo Fabián, quien le vio la pierna a su mamá y notó que el problema no era leve.
Los diagnósticos
Primero, llevaron a su madre a una clínica, porque contaban con seguro médico en el viaje, donde le diagnosticaron que tenía “un traumatismo por un esguince”. Ahí le pusieron yeso y la enviaron de vuelta al hotel.
Sin embargo, el martes 7 de mayo, Contreras volvió a sentir dolores, por lo que sus hijos la llevaron a la clínica nuevamente, donde 3 médicos la examinaron y les recomendaron que fueran a otro centro asistencial porque ellos solo abordaban atención primaria.
Fabián contó que aquí tuvieron problemas con el seguro médico, porque los gastos superaban la cobertura, así que de su dinero contrataron una ambulancia para trasladar a su mamá al Hospital Galenia de Cancún.
Por la hospitalización y exámenes, Fabián y Manuel desembolsaron 12,5 millones de pesos, que no sirvieron de nada, porque su mamá siguió empeorando.
Ese mismo martes tuvieron que llevarla al Hospital General, donde Contreras fue puesta en observación. “El miércoles 8 vinimos al hospital y nos encontramos con nuestra madre muriéndose, tenía dificultad para respirar y la presión por los suelos”, dijó Fabián.
Tras reclamar por la nula atención a su madre, los hermanos lograron que la llevaran a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde se enteraron que no había un cirujano por atender, por lo que tuvieron que contratar ellos uno.
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El profesional les dio una fatal noticia: Debido a la septicemia y shock séptico que presentaba, además de un avance en la infección, la solución era amputarle la pierna.
En conversación con el programa «Bienvenidos», Fabián específicó que: «La pierna de mi madre era una pierna de un pie diabético de un mes. Su pierna estaba morada e inflamada (…) Nos llama el cirujano y nos dicen que hay que quitar el foco infeccioso que es la pierna«.
Ahí el profesional les dice que las posibilidades de que su mamá viviera era de un 10%. «Nos dice que ‘se saca la pierna o la señora se muere’. Mi mamá consciente, mi mamá me decía ‘no'», contó, agregando que finalmente él y su hermano decidieron amputarle la pierna para que sobreviviera.
Pedir ayuda
Desde entonces, su madre continúa internada en el hospital, mientras que sus hijos aseguraron que ya no les quedan recursos para continuar con los tratamientos allá, por lo que pidieron ayuda al Consulado chileno en México, pero ellos le dijeron que no podían hacer nada, que no tenían los recursos y no les correspondía realizar el traslado en avión ambulancia que sale 80 mil dólares.
Fabián expresó que por eso decidieron hacer pública su situación, porque ya no tienen dinero y sus tarjetas de crédito tampoco tienen cupo. De hecho, están durmiendo en el suelo del hospital.