Gran impacto provocó la muerte del actor Chadwick Boseman, producto de un agresivo cáncer de colon que le diagnosticaron en 2016, a los 43 años.
A pesar de su enfermedad, el intérprete siguió trabajando y ahí dio vida al rey T’Challa de «Pantera negra», que lo lanzó a fama mundial.
En medio de su trabajo, Chadwick mantuvo el cáncer en secreto, compartiendo lo que le sucedía solo a cuatro personas además de su familia. Nadie más sabía de su condición.
Según el medio The Hollywood Reporter, los únicos que sabían fuera de su familia eran el agente Michel Greene, el productor Logan Coles, su entrenador Addison Henderson y el director Brian Helgeland. Sin embargo, ninguno estaba al tanto de la gravedad.
Ni el mismo director creativo de Marvel, Keving Feige, sabía del cáncer de Boseman, enterándose el mismo día de su muerte.
Greene contó que lo mantuvo en secreto por algo que le dijo su madre. «[Ella] siempre le enseñó a no dejar que la gente se preocupara por él. Era una persona muy, muy reservada», dijo.
Una de las últimas cintas que hizo fue «Ma Rainey’s Black Bottom», donde su agente reveló que estaba ‘realmente sufriendo mucho‘, pero quiso seguir por su coprotagonista, Denzel Washington.
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El entrenador, Addison Henderson, señaló que Boseman «simplemente estaba viviendo su vida artística al máximo y usando su tiempo y su momento para dejar una marca en la gente».
También agregó: «Para nosotros, fue como, ‘Sigamos, sigamos haciendo lo que quieres hacer, sigamos entrenando’. Chad tenía tanta sabiduría, tanto conocimiento, tanto dentro de él que no iba a permitir esta enfermedad le impidiera contar estas increíbles historias y mostrar su arte en la flor de su vida».
Según otra fuente consultada por el medio, el actor una semana antes creía que todavía podía revertir su estado de salud.
