Es una de las celebridades del momento porque todo lo que hace o dice llama la atención de los medios y sus miles de seguidores. Cara Delevingne es más que una top model y aspirante a actriz, también es una chica que tiene muy claros sus objetivos.
Pero no siempre fue así. Recientemente confesó en la revista «Esquire» parte de sus historias de vida más intimas y su pasado marcado por la depresión. No tuvo una infancia fácil pues su madre era adicta a la heroína. Si bien cuando era pequeña no entendía mucho, en su adolescencia todo cobró sentido.
«Comencé a lidiar con la depresión cuando tenía 16, cuando todo lo de mi familia comenzó a tener sentido y salieron a la superficie. Soy muy buena reprimiendo emociones. Cuando era niña creía que tenía que ser buena y que tenía que ser fuerte porque mi mamá no estaba. Entonces, cuando me convertí en adolescente y todas las hormonas y la presión de ser buena en la escuela -para mis padres, no para mí- se produjo un quiebre mental», recordó.
«Fui suicida. No podía lidiar más con eso. Me di cuenta qué afortunada y privilegiada era, pero todo lo que quería era morir. Me sentía tan culpable por eso y me odiaba por eso… y es un círculo. No quería existir más. Quería que cada molécula de mi cuerpo se desintegrara. Quería morir».
Fueron casi dos años de oscuridad, en los que lo que pasó muy mal «Era horrible. Era como una sociópata», detalló. Afortunadamente, a los 18 años tomó conciencia y salió adelante: decidió dejar de tomar las pastillas antidepresivas y esa misma semana perdió la virginidad. Y cuenta que a través de esta experiencia volvió a tener esos sentimientos que se habían apagado.
¡Toda una historia de superación!