Keileigh Lanaway, es una joven inglesa de 24 años, que cansa de las burlas sobre su amplia frente decidió operarse para reducir el tamaño de su frente.
Por años Keileigh se sintió insegura sobre el tamaño de su frente, por lo que usó chasquilla, gorros y hasta llegó a dibujarse una línea en su frente. Dejó de nadar por miedo a mostrar su frente y le prohibía a su pollo mirar bajo su flequillo.
«Nadie me decía nada a la cara, pero podías ver a la gente hablar sobre mí, peinándose hacía atrás, burlándose se mí» reveló la joven al diario The Daily Mail.
Fue por esa razón que se sometió a una costosa operación de 6.500 libras -equivalente a más de 6 millones de pesos- donde se logra extirpar quirúrgicamente el exceso de frente, para luego reposicionar el cuero cabelludo más abajo.
Tras la operación, Keileigh reveló que «Me siento más feliz que nunca porque ahora tengo la confianza de hacer cualquier cosa».