Hace unas semanas te contamos que la ex Miss Chile, Camila Recabarren, emprendió un viaje a África, donde ha compartido a través de sus redes sociales lo que ha sido la increíble experiencia.
Estando allí para grabar un programa de televisión, «Destinos inexplorados», en entrevista con el diario La Cuarta, la modelo contó cómo ha sido el viaje y desclasificó algunos episodios memorables.
«Ha sido una experiencia genial, me he llevado muchas sorpresas. En realidad pensaba que iba a ver un terreno mucho más pobre e incluso inhóspito, pero esa es la gracia: dar a conocer estos lugares que la gente no los considera tan turísticos», dijo Camila, agregando que ha vivido varias anécdotas, como comer gusanos por primera vez.
De hecho, la modelo dice que gracias a este viaje a hecho cosas que para ella eran impensadas. «En esta isla buceé y vi cosas impresionantes; aparte fue mi primera experiencia dentro de un submarino, lo que es algo único», contó al medio.
A pesar de lo bueno, Camila desclasificó un momento en el que vivió un gran susto, pero que ahora recuerda de buena manera.
Esto sucedió en un reino independiente al medio de Sudáfrica, llamado Lesoto. «Nos quedamos en unas cabañas que estaban dentro de un safari, y de verdad que pasamos un susto gigante», afirmó Camila, quien contó que junto al equipo fueron a un comedor a cenar y no había luz por lo que todo cerraba a las 8 de la noche, cuando oscurecía.
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Es por eso que al regresar pasaron un susto bien grande. «En el equipo son todos súper cobardes, por lo que no había nadie que nos protegiera, por suerte en el lugar que estábamos no habían leones ni felinos, pero sí bisontes, gacelas y rinocerontes. Entonces cuando íbamos caminando en este camino ultra oscuro, de a poco comenzamos a ver pares de ojos que nos miraban. Era como en los monitos animados, y de pronto estábamos todos corriendo, aunque nos habían dicho que no teníamos que hacerlo», relató la otrora panelista.
Pero la mala experiencia continuó, ya que el gran problema según Camila fue que «cuando llegamos a la cabaña y creímos que todo había acabado, se presentaron los mosquitos. Quedamos secos, nos picaron por todos lados por no tener repelente, salvo el periodista que sí llevó y no nos prestó».