Por estos días Camila Moreno se encuentra pasando la cuarentena junto a su hijo de tres años en su casa cerca de la montaña y naturaleza. En ese contexto, habló con Jordi Castell en «El Aperitivo», transmitido por el Instagram de Revista Velvet, donde se sinceró sobre una serie de temas.
Sobre su cuarentena, la cantante asegura que el más agradecido es su hijo, pues no está acostumbrado a tenerla siempre en casa. «Para él es como mágico (…) yo tengo el privilegio de tener patio, no se siente un encierro tan terrible…yo elegí vivir una vida más alejada de la ciudad, vivo cerca de la montaña, él está feliz con esta situación de vida, ha sido bueno para nuestra relación», afirmó.
Además Camila contó que su expareja y padre de su hijo es su vecino, lo cual ha facilitado bastante las cosas. «El papá de él es nuestro vecino, entonces igual lo ve, tengo una muy buena relación con él. Él está tan presente como yo en la vida de mi hijo…es poco común, tengo la suerte de haber elegido muy bien al papá de mi hijo, es un buen hombre. Tenemos como un trato de que vamos a ser siempre vecinos, por nuestro hijo, es agradable. Yo creo que cuando uno pone a los hijos primero, ahí está la cosa, yo prefiero llevarme bien con el papá de mis hijos. Es una maravilla de papá él», confesó.
En esa línea, Camila Moreno también se sinceró respecto a su vida amorosa y el impacto que tuvo para ella y su música el darse cuenta que no era heterosexual.
«Yo el año pasado tuve un despertar sexual súper fuerte, me había separado del papá de mi hijo y había puesto en duda la hetero norma…eso coincidió con que leí harto, harto cuestionamiento con respecto a la identidad de género…estaba ene eso y me enamoré de una mujer. Eso hizo que mi música empezara a cambiar. Fue súper lindo. Ella fue un amor fulminante y muy importante, como mi puerta de entrada a mi propio despertar sexual…ahora estoy con otra”, agregó.
Finalmente la artista se refirió al estallido social de octubre y su participación en las marchas. “Lo que viene de la gente es súper admirable, mucha resiliencia, pero me da un poco de resquemor la respuesta de las autoridades, de las fuerzas armadas, del gobierno, encuentro bien terrible la verdad. Sacar a las fuerzas armadas es súper cruel, tuvimos 18 años de dictadura, hay una herida demasiado profunda, creo que fue duro para todos. Fui a todas las marchas», reflexionó.