El cambio climático ha traído varias consecuencias como el aumento de temperatura tanto en tierra como en el mar, la cantidad de contaminación por eventos climáticos, entre otras cosas. Pero ¿sabías que también incide en la facultad para perder peso?
Según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Leiden, en Holanda, la llamada grasa parda se ve alterada con los cambios climáticos y por ende en la subida de peso.
Los científicos revelaron que cada grado centígrado que sube la temperatura ambiental implica un aumento del 0,29% en la incidencia de la obesidad y del 0,3% en la diabetes. Aunque la correlación es baja, esto podría abrir un nuevo espacio de investigación para detener el sobrepreso.
¿Qué es la grasa parda?
La grasa marrón o parda, también conocida como buena, es aquella que protege al cuerpo contra el aumento de peso. Según los expertos, ese tipo de grasa, al contrario de la que se acumula a lo largo del día, ayuda a quemar el exceso de calorías al generar calor.
Esta se ubica bajo las clavículas y entre las vértebras de la columna, y es la responsable de producir hasta el 20% del calor corporal. Cuando la grasa parda se activa por descenso de temperatura, comienza a quemar, lo que puede servir como una ayuda para bajar de peso.
En consecuencia al estar más caliente la Tierra haría que la grasa parda no se active, por lo que nos costaría más bajar de peso, provocando que el organismo no queme esas células adiposas perdiendo su función.
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Finalmente, los especialistas recomiendan que si se tiene aire acondicionado, este debe estar a una temperatura de 17° C, ducharse con agua fría o dormir desnudo ayudan a que esta grasa se reactive y por ende a bajar de peso.