¿Cuántas veces has escuchado la frase: «Mamá, estoy aburrido, papá, estoy aburrida»? ¿Te ha pasado alguna vez, que al ver a tus hijos aburridos, te sientes culpable? Ahora que se vienen las vacaciones suele ocurrir que los niños tienen más tiempo libre y por lo mismo, muchos se aburren fácilmente.
Sin embargo, los expertos están a favor del aburrimiento. Así lo explica Carme Crespo, psicóloga infantojuvenil y docente del Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP), en una entrevista en el diario español El Mundo. «Si los niños tienen periodos de aburrimiento en que no están haciendo nada que les satisfaga, deberán utilizar sus propios recursos para que eso no ocurra, y ahí entra en juego la creatividad, porque el aburrimiento es la antesala de la creatividad».
El hecho de que los niños se aburran puede ser beneficioso para su crecimiento. Y agregó que «el poder conectar con uno mismo y buscar actividades o acciones que puedan sacarlos del tedio, hará que sean más flexibles cognitivamente, más tolerantes, más creativos, y por tanto más resolutivos».
¿Cómo ayudarlos? Comparte con ellos y dáles las herramientas necesarias para que aprendan. La experta afirma que la clave es que los padres «les acompañemos a realizar actividades solos, buscando en su mundo interior aspectos que les serán beneficiosos en su futuro, fomentando la creatividad, la sorpresa, la autonomía».
Aprovecha ese momento de aburrimiento para incentivarlos a descubrir el mundo, aprender cosas nuevas y echar a volar la creatividad e imaginación.