No es que el actor tenga algún problema serio o algo parecido, pero según señalan distintos medios, en los últimos meses Brad ha desarrollado un obsesión por coleccionar antigüedades y obras de arte.
Y como toda adicción, este nuevo pasatiempo de Brad le estaría costando millones a su familia. Aunque para Brad ese no es un problema, ya que de esta forma, el actor planea aumentar su patrimonio al invertir en distintas compras y dejar un gran legado cultural.
Según señaló Bill Ketterer amigo del actor: «Brad fue una exposición de arte y muebles y se gastó 33 millones de dólares en una hora, luego regresó a su avión privado y se fue. Parece que sabía lo que estaba buscando y lo consiguió». Pero no es la primera vez que Brad demuestra su interés por este tema, ya en 2012 presentó en público su propia exposición de muebles junto a Frank Pollaro, reconocido diseñador y fabricante de muebles art decó. La colección incluía mesas, camas, sillones y una bañera de mármol.