Siempre que uno piensa o se imagina a alguna persona golpeada por la tristeza lo primero que se viene a la mente es llanto, pena y la clara repercusión de andar con el ánimo bajo.
Sin embargo, los días de bajón anímico también tienen sus cosas buenas. Eso por lo menos es lo que afirma la psicóloga Margarita Ayala a la revista «Cosmopolitan».
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«En nuestra sociedad es normal negar la tristeza. Siempre que alguien pregunta ‘¿cómo estás?’, la respuesta es ‘bien’ y al final nos acostumbramos a esbozar una sonrisa cuando lo que en realidad queremos es llorar», explica.
Por eso la revista elaboró una lista con los seis beneficios que ni siquiera habíamos pensado que podrían provenir de la tristeza.
Los beneficios de la tristeza
1. Vívela
No puedes evitar que te pasen cosas que te pongan triste, pero aunque no veas la salida del túnel, lo mejor es aceptarlo. Según la experta, si niegas la tristeza, se magnificará la sensación de estar hundida en la miseria.
Haz la prueba de ser sincera contigo, háblale a una amiga y dile: «Estoy triste». ¡Aprovecha para desahogarte!
2. ¿Hacerte la fuerte?
A los niños les solemos decir: «no llores», «no pasa nada», «no tiene importancia», pero de acuerdo con la experta, eso nos obliga a poner una coraza y pensamos que sólo así los demás no nos van a querer.
Sin embargo, eso solamente trae consecuencias en tu vida futura, ya que podrías desarrollar problemas de ansiedad, depresión y enfermedades psicosomáticas, como problemas digestivos o de piel.
No eres la heroína de ningún cuento. Si otras personas te suelen cargar los problemas para que tú los sufras en silencio, ¡suficiente! No olvides por completo tu vida y responsabilidades, pero también se vale llorar y descargar tus penas cuando lo necesites.
3. La más sonriente
La psicóloga aconseja que ver el lado bueno de las cosas está genial, pero no por eso hay que restarles importancia.
Si alguien te dice que se encuentra enfermo, no intentes decirle «no hay problema». Sé sincera y expresa que realmente es una gran injusticia de la vida.
Permítete sentir malestar y actúa para buscar una alternativa o ayudarle a introducir algunos cambios que le ayuden a mejorar. Puede que sigas sintiendo malestar, pero hacer algo al respecto amortiguará la emoción.
4. Concentración
Según Ayala, está comprobado que la tristeza activa el cerebro como si estuviera frente a una señal de alarma, indicando que hay una situación nueva o un reto.
Entonces tu mente desarrolla más atención y objetividad. La gente que pasa por una fase de tristeza también suele ser más reflexiva y analítica.
5. Tiempo para ti
¿Eres de las que se la pasas complaciendo a los demás? La buena noticia es que cuando estás con bajón anímico es poco probable que lo hagas o, al menos, que no te sientas mal de no hacerlo.
Puede ser la excusa perfecta para estar sola sin ofender a nadie, bloquear a todos los demás y centrarse en ti.
6. ¡No te rindas!
«La gente en un estado anímico bajo es más persistente ante las adversidades», dice Ayala. ¿Lo sorprendente? Las personas felices tienden a dejar de lado una tarea difícil con más facilidad.