Sin duda una de las participantes que ha llamado la atención en la cuarta temporada de «MasterChef» ha sido Bárbara Lackington. La rubia de 19 años ha enfrentado varias polémicas con sus compañeros en el programa de cocina, en específico con Aníbal Valdés y Karen Saavedra.
Esto mismo la ha llevado a convertirse en una de las participantes más criticadas en redes sociales, donde incluso han festinado con sus fracasos en la competencia. En conversación con «Página 7», Bárbara se refirió a estos comentarios asegurando que la edición del programa le ha jugado en contra.
«La verdad es que soy una persona súper directa, no tengo pelos en la lengua. Si me preguntan algo quiero decir lo que de verdad siento y no dejar de ser quién soy porque me ponen una cámara adelante. Y eso muchas veces a las personas no les gusta», aclaró la modelo.
Sobre las críticas en redes sociales, la aspirante a chef asegura que no le afectan. «Tengo compañeros a los que le han afectado harto los malos comentarios. A Diana, por ejemplo. La verdad es que a mí no me afectan. Obviamente es una lata leerlos porque de repente son súper desubicados. Pero hay que hacer vista gorda», explicó.
Luego agregó: «por ejemplo, a mí me encantan los memes. Siempre había querido tener memes míos, tienen mucha imaginación. Así que a reírse no más».
Una de las principales críticas que han surgido en la cuarta temporada de «MasterChef» ha sido el «favoritismo» del juez Chris Carpentier por algunos participantes, entre ellos Bárbara. Es más, los usuarios en redes sociales han reparado en el «coqueteo» entre ambos, lo que ha generado rumores sobre un supuesto romance.
Respecto a este punto, Lackington aseguró que «inventar un romance entre una persona que va a cumplir 46 años y yo, que voy a cumplir 20 recién, me parece desubicado«.
Además aclaró: «sí hubo un momento donde hubo un coqueteo, pero fue porque fue parte de la prueba, que era afrodisíaca. Pero no creo que Chris Carpentier tenga alguna atracción hacia mí. Yo soy una persona coqueta, pero no hay nada entre Carpentier y yo».