¡OU LALÁ! ¿Qué tendrán los franceses, que enamoran a todas las chicas guapas?
Dicen que París es la ciudad del amor, o la que las enamora a todas, y muchas celebridades de hoy han encontrado a su pareja ideal en la Ciudad de la Luz. Ponemos varios ejemplos: la mexicana Salma Hayek se convirtió en el 2009 en la esposa del multimillonario François Henri Pinault, dueño, entre otras cosas, de Gucci o Balenciaga. La pareja tiene una niña, Valentina, que ya tiene ocho años, y viven en Londres por cuestiones profesionales, pero mantienen su palacete parisino.
El 2009, Natalie Portman ensayando las coreografías para «Cisne Negro» se enamoró de su profesor de baile, Benjamin Millepied, con quien tuvo a Aleph hace tres años. Se casaron en Big Sur, en un paraje de ensueño de California, aunque se han instalado en París, sobre todo desde que a Millepied lo nombraron director de danza de la Ópera de París.
Halle Berry también cayó en las redes del amor de un francés de apellido y familia española, Olivier Martínez, todo un playboy que había sido novio de Mira Sorvino, y Kylie Minogue. Por amor a Olivier Halle dejó a su pareja, el modelo Gabriel Aubry y padre de su hija Nahla. Halle y Olivier se casaron en un castillo francés en julio del 2013 y tienen un hijo, Macéo, que tiene un año.
La última estrella en enamorarse de un francés ha sido Scarlett Johansson. Separada de Ryan Reynolds tras un matrimonio de poco más de un año, no parecía dispuesta a mantener una relación. Pero se cruzó en su vida Romain Dauriac, periodista y escritor, con quien tuvo una hija, Rose, nacida el pasado septiembre. Ahora se ha sabido que se casaron poco después del nacimiento de la niña en Philipsburg, un pequeño pueblo de Montana. La familia vive feliz en París manteniendo la discreción habitual de Johansson, que ni comunicó su separación de Reynolds, ni su noviazgo con Dauriac ni el parto ni la boda.