Nos encontramos con un estudio que revela los efectos secundarios del amor. ¿Te puedes imaginar cuáles son? Anota, porque están comprobados científicamente que:
- Nos ponemos tont@s
Según un estudio de la Universidad de Leiden, de Países Bajos, el amor reduce el control cognitivo, lo que provoca problemas de concentración y dificultando las tareas que requieren mucha atención. Esto se debe a que se utiliza una gran cantidad de recursos cognitivos para intentar llamar positivamente la atención de la pareja.
- Menos sensible al dolor físico
El profesor Arthur Aron, docente de psicología en la Universidad Brook, de Nueva York, explica que cuando nos enamoramos en el cerebro se activan ciertas áreas que son las mismas en las que intervienen los medicamentos para disminuir los efectos del dolor. Por eso un abrazo o un beso de esa persona amada puede aliviar cualquier padecimiento.
- Nos hace adict@s
Al enamorarnos en nuestro cerebro se activa una red neuronal que está asociada a los efectos provocados por la cocaína, de acuerdo a la profesora Lucy Brown, docente de neurociencia en la Escuela de Medicina Albert Einstein, de Nueva York.
- Afecta el ritmo cardíaco
Un estudio publicado en la «International Journal of Psychophysiology» demostró que el ritmo de los latidos se sincroniza con el de la pareja
- Caminas más lento
Según investigadores de la Seattle Pacific University, los hombres naturalmente tienden a adaptar su velocidad al andar para adaptarse a su chica. Esto no pasa si caminamos con algún amigo o familiar.
- Nos vuelve cieg@s
El psicólogo Jon Maner de la Universidad de Florida demostró que el sesgo de atención inconsciente se produce cuando una persona enamorada, inconscientemente aparta su mirada de personas que son muy atractivas en el sexo opuesto.
- Hablamos más agudo
Las mujeres adoptan un tono más agudo cuando están con un hombre muy atractivo. En el caso de los hombres, inconscientemente regulan su tono para parecerse al de su pareja.
- Pupilas dilatadas
Según un estudio de la Facultad de medicina de la Universidad de Pittsburgh, el amor provoca un estado emocional que, a su vez, se refleja en la dilatación de las pupilas.