El yoga facial es una técnica basada en una serie de ejercicios o rutinas para tonificar y relajar los músculos de la cara, cráneo y cuello, de tal manera que se mantengan con un tono muscular adecuado; obteniendo a la vez una mejor irrigación sanguínea y unos rasgos faciales más atenuados y relajados.
¿Qué se consigue?
- Al fortalecer los músculos faciales, los tensamos y, en consecuencia, atenuamos los surcos y arrugas del rostro.
- Al mejorar el riego sanguíneo, oxigenamos y nutrimos los tejidos, por lo que se mejora el tono de la piel, su luminosidad y su calidad.
- Si trabajamos los músculos faciales, los rasgos se suavizan, y desaparecen las tensiones en el entrecejo, la frente y mandíbula.
- Al incidir sobre los músculos, incidimos directamente también sobre la piel.
La piel está unida a más de 20 músculos faciales, de manera que el estrés y las tensiones emocionales prolongadas producen adherencias en los tejidos, lo que provoca pérdida de elasticidad y mala irrigación sanguínea. Es decir, se pierde tono, luminosidad y aparecen arrugas.
Por el contrario, si tensamos y relajamos voluntariamente los músculos del rostro, aprendemos a controlar nuestras expresiones faciales y a minimizar las líneas de expresión.
Beneficios del Yoga facial
- Retrasa el envejecimiento de los músculos.
- La piel recupera su elasticidad.
- El cutis se vuelve más luminoso, oxigenado e hidratado.
- Consigue unas expresiones faciales más suaves y naturales.
- Moldeamos nuestros rasgos.
- Disuelve tensiones faciales y craneales.
- Rebaja las tensiones musculares de la cara y cráneo, efectivo en dolores de cabeza, cuello y mandíbula producidos por exceso de tensión.
- Tonifica toda la musculatura facial y reafirma los tejidos.
- Mejora la irrigación sanguínea.
- Limpia las células y elimina impurezas (efecto drenante).
- Alisa las arrugas existentes, redensifica la piel y aporta volumen muscular a la cara.
- Aumenta la regeneración de las células cutáneas.
- Reaviva la mirada.
- Combate el descolgamiento de párpados y las ojeras.