¿Has escuchado alguna vez hablar del término violencia obstétrica? Seguramente muchas mujeres que están leyendo estas líneas no, porque es algo que solamente durante el último tiempo se ha visibilizado en nuestro país, ya que las mujeres recién se están atreviendo a denunciarlo.
Si no sabes lo que significa, te contamos que la violencia obstétrica es considerada una forma de violencia de género en la cual se vulneran los derechos de la mujer durante los procesos de embarazo, parto y postparto, y es ejercida por los profesionales de la salud sobre las mujeres que acuden a ellos para recibir atención médica.
En la violencia obstétrica, la mujer es anulada y no tiene poder de decisión sobre el parto que quiere y las intervenciones que se le realizan, como inducciones y cesáreas innecesarias o excesivos tactos vaginales, rotura sistemática de la bolsa, inmovilizaciones o malos tratos físicos y verbales durante el trabajo de parto.
A raíz de este término también surge otro conocido como parto respetado, en donde ginecólogos y matronas acompañan a la mujer embarazada en la fase de dilatación y expulsivo, únicamente para cerciorarse de que todo sigue su curso natural. Esto también es conocido como parto no intervenido.
Para sacar a la luz casos de violencia obstétrica y servir como una comunidad de apoyo para quienes han sido víctimas, es que hace algún tiempo se creó el colectivo «Basta de violencia obstétrica«, cuyo fanpage de Facebook puedes visitar aquí.
Así que ya sabes, si prontamente te convertirás en madre o esperas serlo en algún momento de tu vida es necesario que estés informada sobre estos términos para que no pasen a llevar tus derechos, y los recuerdos de tu embarazo y parto estén llenos de luz y felicidad.