Si te gusta correr, entonces más de una vez te habrás enfrentado a un punzante dolor que te inmoviliza por un breve periodo de tiempo: los temidos calambres.
Estas insoportables molestias se producen cuando las fibras musculares se contraen y se tensan, resultando muy complejo y doloroso relajarlas. Lo más normal es que se produzcan en los cuádriceps o gemelos, pero también pueden desarrollarse en los brazos o el torso.
- Los calambres se manifiestan cuando la musculatura se sobrecarga, por lo que resulta fundamental, para rehuir de ellos, estirar tanto antes como después de hacer deporte.
- Las piernas son un elemento clave en la carrera, por lo que es de vital importancia trabajarlas para que no se produzcan lesiones o molestias.
- Los ejercicios de estiramientos más utilizados para prevenir o calmar los calambres son los que, con el talón del pie apoyado en el suelo, levantan los dedos hacia arriba dejando el pie en un ángulo de unos 45 grados. De esta manera, los espasmos involuntarios que generan los calambres se reducen y es más probable que el dolor vaya remitiendo poco a poco. También ayuda ponerse a caminar para que los músculos tiendan a destensarse.
- Por otro lado, una correcta hidratación contribuye a mantener a los calambres lejos. Si los músculos “no tienen sed”, será más difícil que se tensen hasta el punto de generar dolor. Por lo tanto, cuando salgas a correr, asegúrate de beber agua antes, durante y después de la carrera.
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- Ingerir bebidas isotónicas, en tanto, ayuda a que las sales minerales del organismo no bajen sus niveles.
- También es importante elegir un calzado correcto para el tipo de carrera que vas a realizar, ya que es fundamental que amortigüe el golpe de la pisada.
- Finalmente, se aconseja para evitar los calambres consumir alimentos ricos en potasio y magnesio como, por ejemplo, los frutos secos, los plátanos y las legumbres.