Este lunes comenzó el funcionamiento del Ilyushin Il76, apodado cariñosamente como el Luchín, y hoy, después de un día de mantenimiento, vuelve a funcionar el Supertanker en la lucha contra los focos de incendio que existen actualmente en nuestro país.
Según consigna «La Tercera» el comandante Alexander Markov, piloto de la aeronave rusa, expresó que se el trabajo de ambos aviones será excelente por “la experiencia conjunta de trabajar con el Supertanker porque en noviembre tuvimos esa experiencia en Israel”.
Una de las variables que facilitará el trabajo más optimo entre ambos aviones es el tamaño, ya que el Ilyushin mide 47 metros de largo versus los 72 del Supertanker, esto hace que el primero sea más versátil, pudiendo aterrizar en otros aeropuertos e incluso en pistas sin pavimentar.
Su tamaño, además, le permite operar de manera más efectiva en lugares de mayor relieve de montañas, escenario un tanto más dificultoso para el Supertanker, cuyo trabajo se podría centrar en zonas urbanas.
De este modo, se espera que una coordinación apropiada permita aprovechar las variables que ofrecen ambos súperaviones y se sumen al trabajo de los brigadistas en tierra para que el combate sea realmente eficiente. La experiencia en suelo israelí alimenta la ilusión.